8 jun 2007

Asociaciones

A pesar de que, según algunos tests, doy la talla para entrar en varias asociaciones de alto C.I., no soy miembro de ninguna. Hay varios motivos: uno es que no les veo la utilidad; el otro, que el C.I. no dice absolutamente nada sobre la inteligencia de una persona.

Me explico: el objetivo que, en teoría, persiguen estas asociaciones, es reunir a gente "excepcionalmente inteligente"para que hablen de sus cosas sin preocuparse de que no les entiendan, que es lo que, también en teoría, les pasa cuando hablan con "gente normal".

Ni que decir tiene que esto me parece una patochada tremenda. Nada garantiza que dos personas vayan a encontrar temas comunes de conversación, ni que vayan a compartir intereses, ni siquiera que vayan a llevarse bien, sólo porque tienen un C.I. superior a la media. Si así fuera, esa misma sintonía se daría entre cualesquiera personas con un C.I. normal, y sabemos que no es así. En realidad esos clubs tan selectos acaban actuando únicamente como clubs sociales donde conocer gente con la que irte de copas, y, qué queréis que os diga, para irse de copas con alguien no hace falta puntuar muy alto en un test.
Claro que podría tener su gracia ser miembro de alguna asociación para hablar de temas interesantes, pero de nuevo aquí el requisito del C.I. sobra. He tenido conversaciones llenas de enjundia con personas de las que ignoraba absolutamente este dato, y es muy posible que, de haberlo sabido, no lo hubiera encontrado estratosférico. Ni falta que habría hecho.

Esto nos lleva a hablar del C.I. Se nos quiere hacer creer que, cuanto más alto sea éste, más inteligente es una persona. Personalmente creo que hay un error de concepto. El C.I. mide una serie de habilidades, diferentes según el tipo de test (verbales, numéricas, espaciales, lógicas...), pero no la inteligencia. De entrada es que ni los mismos especialistas se ponen de acuerdo sobre lo que es, aunque una definición que a mí personalmente me convence bastante es la que la asimila a la capacidad de adaptarse al entorno. Por poner un símil, si el C.I. se utilizara para medir el talento para la pintura, nos daría la cantidad de colores, pinceles y lienzos que posee una persona, pero no cómo pinta. Una persona con talento, con inteligencia, hará maravillas con un simple lápiz -no digamos ya con un maletín de pintura bien provisto. Sin embargo, alguien sin talento sólo hará pintarrajos mediocres, aunque tenga a su disposición una nave industrial llena de material para Bellas Artes.

Aquí también hablo por experiencia personal. A lo largo de mi vida he conocido a varias personas con un C.I. muy alto que luego resultaban ser unos perfectos burros. Mucha acumulación de datos, mucha maña con los números, y luego resultaban ser unos inútiles con los que ni siquiera se podía mantener una conversación coherente. Por no hablar de ese subgrupo de infraseres que toman el C.I. como excusa para ir de genios por ahí, tratando de imponer sus absurdos puntos de vista al resto de la humanidad.

¿Cómo será formar parte de una asociación "de genios", entonces? Supongo que dependerá mucho de la gente con la que te encuentres. Como en cualquier otro grupo humano, habrá gente encantadora y auténticos cretinos que están ahí sólo para enseñar el carnet de socio. Y también habrá personas inteligentes, claro. Por qué no.

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