31 may 2008

Intéliyent pipol

¿Pero por qué son tan buenos los dioses con una cacho atea como yo?

Atención a la web que he descubierto no hace mucho:

http://intelligentpeople.com/us/

Se trata, ni más ni menos, de una web de contactos para encontrar pareja, pero con la particularidad de que, para registrarte en ésta, tienes que superar un determinado C.I. (que te ponen un test y todo, oigan). El test no es demasiado selectivo, dicen que el mínimo es 115; pero no me diréis que la cosa no tiene su gracia.

La premisa de la que se parte es que, si tienes un C.I. superior a la media, aunque no sea excesivamente superior, no vas a poder entenderte bien con una persona "normal", con lo que para qué vas a perder el tiempo en otras webs de contactos (o relacionándote con gente del montón, qué más da). Lo que tú necesitas es conocer a otras personas de C.I. elevado, que son las que te van a entender. Y verás tú qué bien te va a ir todo; diles adiós a tus fracasos sentimentales y disponte a ser feliz en el amor sin renunciar a tu intelecto.

Ahora es cuando me da el ataque de risa y me meo encima, cual abuelo incontinente.

No sé la de veces que habré dicho ya que el hecho de que dos personas tengan un C.I. similar no garantiza en modo alguno que se vayan a llevar bien. He conocido personas con un C.I. parecido al mío que me han parecido unos perfectos burros a quienes no me gustaría tener cerca; no digo ya nada de salir con ellos en plan tórtolo. De igual forma, he congeniado -y congenio- de maravilla con gente cuyo C.I. posiblemente no tenga nada de extraordinario.

Es más, por varios sitios he oído ya comentar que, en algunas asociaciones para personas superdotadas, no son raras las discusiones apocalípticas y las descalificaciones personales en plan pataleta infantil; y tampoco escasean los "duelos" entre dos o más socios intentando impresionarse unos a otros con su inteligencia, como palomos sacando buche compitiendo por las hembras. Vamos, que casi me dan ganas de meterme en Mensa o en algún grupo de éstos por puro interés antropológico.

El hecho de que una persona busque como posible pareja a alguien "de alto C.I.", como si el C.I. significara algo, no deja de ser como aquellos anuncios en las revistas de adolescentes en los que las chicas buscaban "a un chico Escorpio" o a uno "moreno con los ojos verdes". Características personales que, a la hora de la verdad, no dicen nada sobre la persona en cuestión ni dan la más mínima pista sobre cómo evolucionará una relación de pareja.

Pero bueno, si les hace ilusión... Tal vez mucho dependa del convencimiento de estar "con la persona apropiada". Aunque luego venga el tío Paco con las rebajas.

1 ene 2008

2%

A veces me pregunto cuántos de los "superdotados" que andan por ahí lo son de verdad o sólo creen serlo.

Me explico. Según la mayoría de expertos (aunque en esto hay opiniones, y ya se sabe que las opiniones son como los culos; cada cual tiene uno), se considera "superdotadas" a las personas que puntúan en el 2% superior en los "tests de inteligencia". En otras palabras, que oficialmente tenemos a una persona de cada cincuenta en las filas de los "superlistos". Sin embargo, si nos molestáramos en contar a todos los que se autodenominan "superdotados", obtendríamos una cantidad considerablemente superior. Lo curioso es que en la mayor parte de los casos estos sujetos "extra" no fingen ser superdotados, sino que están convencidos de que lo son.

Y aquí está la gran diferencia: mientras que hay una minoría de imbéciles profundos que van por ahí de súper-inteligentes, pero saben que no lo son (de ahí el esfuerzo que hacen en aparentarlo), hay otros que, por diversos mecanismos mentales, han llegado a convencerse de que la razón de que se sientan "diferentes", "excluídos", "marginados" y yo no sé qué más cosas, es que tienen "una inteligencia muy superior a la media".

Hablemos con más detenimiento de este último grupo, que es el que tiene más miga. Está formado en su práctica totalidad por individuos que bien se podrían calificar como "frikis", "nerds" o cualquier otro anglicismo a tal efecto, que se sienten "raros" y "diferentes", en el instituto reciben collejas hasta del tonto de la clase y son objeto de mofa y rechifla allá por donde van. Venga, seguro que habéis conocido a alguno.
Pues bien, a esos elementos un buen día les da por buscar cosas diferentes del porno en internet, y dan con información sobre "superdotación" y/o "altas capacidades". Empiezan a leer las características y ¡BINGO! Se sienten plenamente identificados.
Aun así, la prudencia les recomienda hacer unas comprobaciones. ¿Dónde? ¡Pues en la ingente cantidad de "tests de C.I." (nótense las comillas) que hay en internet (aquí tenéis unos pocos a modo de ejemplo). Ahí, o en los también muchísimos libros "de tests" que venden en las grandes superficies; Rómulo y Remo. Como esos tests, primero, suelen ser vergonzosamente fáciles, y segundo, dan unas puntuaciones exageradamente altas, estos personajes obtienen un C.I. que ellos creen "de superdotado" y eso les confirma lo que estaban deseando creerse. Su maltrecha autoestima sube como la espuma; se sienten "genios incomprendidos" y achacan las burlas de sus semejantes a la cochina envidia de unas mentes inferiores.

Los pocos que son lo suficientemente inteligentes para tomarse las cosas con un poco de sentido crítico, piden hora con algún profesional y van a que les saquen de dudas de una forma seria y fiable. Pero éstos son los menos. La mayoría toma el resultado del test de internet como vox Dei y ya de ahí no los sacas. Es más, procuran no enfrentarse a un diagnóstico "oficial", porque se les podrían caer los palos del sombrajo. Prefieren vivir en su ilusión de ser superiores a enfrentarse con la realidad -y, por lo tanto, tener la oportunidad de madurar un poco, que falta les hace.

No deja de ser curioso que sean estos elementos los que más abunden en los foros dedicados a las altas capacidades. Curioso y lógico, claro, porque alguien realmente inteligente ocupa su tiempo en trabajar en lo que le gusta o en aprender más cosas, y no en lamentarse de lo difícil que ha sido su vida porque nadie le ha comprendido.